Viene del sentimiento de saber que te lo ganaste. Es la certeza absoluta de tu valía y si hacerte merecedor de ese premio o recompensa.
Desde pequeños se nos enseña a ser generoso, dar más que recibir. Pero… ¿Qué es más importante dar o recibir? Las dos. Es igual de importante el emisor que el receptor.
Todos estos patrones se repiten en tu cabeza gracias a esa vocecilla interior, creando así tus propios archivos sobre lo que mereces y lo que no. De modo que cuando una oportunidad de recibir se te presenta, tú rápidamente acudes a esos archivos y actúas.Es como si nuestra cabeza fuese una gran biblioteca, repleta de estanterias a rebosar de libros. En estos libros se encuentran nuestras historias o archivos
¿Cómo puedo modificar estos archivos?
El primer paso es aprender a recibir elogios y no devolverlos o menospreciarlos. Si alguien te dice que estas guapo/a o que lo hiciste bien. Simplemente di: Gracias. Si tu falta de merecimiento es económica cuando recibas algún importe por pequeño que sea, di: Gracias, soy merecedor de todo el dinero y estoy abierto a recibir más.
Detrás de la falta de merecimiento, hay un sentimiento de inferioridad. El sentimiento de no me lo merezco puede ser el mayor obstáculo entre TÚ Y TU PROPÓSITO.
Se el primero en reconocer lo que vales, eres un ser maravilloso y extraordinario, date permiso para ser feliz y vivir en abundancia. Ya que mereces todo lo bueno que eres capaz de desear.
Adopta nuevas creencias, mírate al espejo y mirándote a los ojos hazte las siguientes afirmaciones;
Yo valgo
Yo me lo merezco
Soy merecedor de todo lo bueno
Quiero una vida feliz, plena y abundante
Ten en cuenta que si tu principal propósito en la vida es prosperidad, amor, plenitud o riqueza, primero debes sentirte digno de todo ello. Date el permiso para ser feliz, libre y dueño de tus emociones.